1ª Corintios 6:19-20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
I. INTRODUCCIÓN
Lo primero que debemos entender es que No nos pertenecemos, No somos nuestros, No me Mando solo, No vivo para mí.
Pablo aclara que Jesús nos compró por precio, lo que indica que somos pertenecía de Dios, pero si nos compró, ¿quién era nuestro dueño antes? La biblia nos responde:
Juan 8:33-34 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ¿Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
¡Éramos esclavos del pecado! (Rom. 6:17).
Ese era nuestro terrible dueño, pero Jesús nos compró a precio de sangre (1ª pedro 1:19), nos redimió (compró y salvo) (Gálatas 3:13) y hoy somos pertenecía suya. (1ª Cor. 6:19-20), Jesús es nuestro dueño.
Ahora, sabiendo que Él es nuestro Dueño, debemos también hacer lo que es agradable al Dueño, (ningún esclavo hace su voluntad, sino la de su Señor).
II. LA LÓGICA DE LA SANTIDAD EXTERNA
¿Qué pensaría si un día común le paso prestado un libro que en la portada diga: “Cocina gourmet” y al abrir el libro lo que encuentra es un libro de construcción y edificación? ¿No junta ni pega verdad? O qué tal si un delincuente, flojo, ladrón, drogadicto, un día decide cambiar de vida y lo primero que piensa es en una escuela de carabineros (policia), porque allí (según él) llevan una vida recta y muy ordenada, pero que para sorpresa de él, adentro también roban, son flojos, no hay orden y también se drogan.
¿Qué pensaría el delincuente? para eso me quedo donde estaba
Estas son 2 simples ilustraciones para dar a entender dos cosas:
1. Nuestra portada, (vestimenta) debe hablar de nuestro contenido, no podemos presentar una imagen mundana, y que al hablar parezcamos cristianos. (Tenemos que ser y parecer).
2. La Iglesia debe ser diferente al mundo (o al menos eso piensan los que nos ven desde afuera).
III. TODO NUESTRO SER DEBE SER SANTO
Aunque muchas denominaciones ya se han retractado de algún día haber enseñado santidad externa, y han dicho que debemos adaptarnos a los tiempos y las culturas, sin embargo, las sagradas Escrituras nos enseñan que todo nuestro debe ser santo e irreprensible HASTA la venida de Cristo (no hasta que termine la cultura)
1ª Ts. 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Este pasaje bíblico expresa de forma clara que la santidad es integral, es decir, completa.
Se suele decir que Dios solo quiere el corazón, apoyando dicho argumento en (1ª S. 16:7) donde Dios le dice a Samuel que no mire la apariencia para escoger al futuro rey de Israel, pero aquí no tiene nada que ver en su contexto con la santidad, sino más bien, con no dejarse impresionar con la apariencia, pues es Dios quien conoce lo que hay dentro de cada ser humano.
También existe otro pasaje bíblico que nos demuestra que la santidad respecto a la vestimenta, no se reduce a un periodo de tiempo:
1ª P. 4:3-5 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
Pedro deja claro que a sus hermanas de ese tiempo (presente para Pedro), debían ataviarse (vestirse) con pudor, igual que las mujeres DE OTRO TIEMPO, es decir, el tiempo no cambia la voluntad de Dios respecto a la santidad externa. Dios no cambia (Mal. 3:6).
IV. LA SANTIDAD EXTERNA DEL VARÓN
Desde el huerto del Edén Dios se ha preocupado de la forma de vestir de los suyos, cuando Adán y Eva pecaron y se dieron cuenta que estaban desnudos y ellos mismo se hicieron “ropa” con hojas de higuera (Gn. 3:7). Pero a Dios no le agradó su vestimenta y decidió hacerles otras ropas, túnicas de pieles y así los vistió (Gn. 3:21).
Quien diga que a Dios no le importa nuestra forma de vestir, tiene que estar fuera de sí o ser un completo ignorante en las Escrituras.
En el libro de Éxodo podemos ver como Dios a los ministros (sacerdotes) les exigió ropa santa y diga del oficio (Ex. 28:42-43) “Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos. 43 Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y para su descendencia después de él”.
También les exigía que sus ropas no le provoquen sudor y anden con la ropa ceñida al cuerpo o con incomodidades por el sudor ¡hasta de eso tenía cuidado el Señor! (Ez. 44:16-20) “Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas. 17 Y cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro de la casa. 18 Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que los haga sudar. 19 Cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de otros vestidos, para no santificar al pueblo con sus vestiduras. 20 Y no se raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino que lo recortarán solamente”. (Hasta su corte de pelo debía ser honroso).
Según la Palabra de Dios nuestro cabello debe ser recortado, pues el no cortarlo sería deshonroso (vergonzoso, indigno) (1ª Cor. 11:14) “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?”
El varón debe ser prudente al vestirse, cuidarse de la ropa ceñida, de ser provocativo, o motivo de escándalo por la vestimenta, nuestra forma de vestir debe honrar a Dios.
V. LA SANTIDAD EXTERNA DE LA MUJER
Sin duda alguna la mujer tiene mas prohibiciones, pero no por un “machismo bíblico” sino porque Dios creó el cuerpo de la mujer más lindo, mas curvilíneo, sus líneas y rasgos físicos son diferentes a la del varón, y es precisamente por eso que Dios les exige más.
Para mí el texto más claro del Nuevo Testamento respecto a la santidad externa en la mujer se encuentra en (1ª Tim. 2:9-10) “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”.
Quisiera interpretar las cuatro definiciones que usa pablo y de esa forma usted podrá notar la claridad de este tema:
1. Atavíen o ataviar viene del griego-"cosmético”: vestimenta externa.
2. Decorosa viene del griego "katastole”: ropa larga y suelta. (literalmente eso significa).
3. Pudor viene del griego -"Aidos": vergüenza de exhibir su cuerpo, o de ser objeto provocativo.
4. Modestia viene del griego -"Tsana”: humildad, sencillez, buen juicio.
Parafraseando a Pablo es como si hubiera dicho: «las hermanas deben vestirse con ropa larga y suelta, siempre con vergüenza de exhibir su cuerpo o ser atractivo sexual, humildes y sencillas en su vestimenta, como mujeres que profesan ser cristianas».
¡Literalmente esa es la idea bíblica en la vestimenta de la mujer!
Dentro de estos conceptos bíblicos de humildad, sencillez y piedad en la vestimenta ¿dónde caben los pantalones en las mujeres, las pinturas, los aretes y toda la pila de vanidades contemporáneas?
Bien dice Proverbios 31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada.
Esas cosas eran tolerables en el mundo, pero no en Cristo, ahora somos nueva criatura (2ª Cor. 5:17) De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
VI. ADORNOS, PINTURAS Y MAQUILLAJES
En cuanto a los aretes, son de origen pagano, egipcio, y su uso comenzó para atraer a los espíritus, llamar su atención, con los años llegó a usarse como adorno.
Los aretes están fielmente, ligados con la idolatría. También el perforar la oreja es una fiel representación de esclavitud Deut. 15:17.
En Egipto, la famosa Cleopatra patentó las pinturas en los ojos, lo comenzaron a hacer no sólo como vanidad sino como protección del sol, lo cual les funcionó según estudios científicos, la pintura les hizo bien.... Pero solo por un tiempo, ya que esto ocasionó que por tanto plomo tuvieran serios problemas de salud y los egipcios en ese entonces no vivían más de 30 años.
En Inglaterra, usaban los polvos para blanquear su rostro y tapar cicatrices y arrugas. ¡Les funcionó de maravilla! Hasta que esto le ocasionó decoloración de la piel, pérdida de cabello y putrefacción dental.
Cierto Dr. De apellido Echevarría, explica que por más que cuiden sus rostros con polvos, base, pinturas, etc. Esto de una forma u otra provocará problemas en su rostro, como sequedad, envejecimiento de la piel, arrugas, etc.
El maquillaje nunca ha sido una bendición por el contrario daña el templo del Espíritu Santo que somos nosotros, y la Biblia advierte que los que destruyan su templo, Dios los destruirá a ellos (1ª Corintios 3:17) Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
La única mujer que la biblia dice que usó pinturas fue una hija del diablo, una más mala que el mismo diablo, Jezabel, esposa del rey Acab, quien se pintó los ojos con antimonio y se hizo un peinado extravagante para seducir a un siervo de Dios (2ª Rey. 9:30).
Algunos podrán apelar que en el A.T. Vemos que algunas judía si usaban pendientes y collares de oro, la respuesta es sí, porque aprendieron las mañas de Egipto, pero ¿se acuerda usted con que fue que hicieron el dios de becerro de oro cuando Moisés no bajaba del monte Sinaí? De todos los pendientes de oro. Lo único que puede salir de esos adornos es abominación.
Las pinturas quitan la modestia, la humildad, pues se pintan porque no les gusta el diseño divino para ellas, entonces “lo mejoran”, luego del “poquito” de pintura, vienen los aretes, luego los pantalones, luego las teñidas de pelo, y al final la mujer está lista para pararla en la esquina de la casa porque parecen árboles de navidad.
Es verdad que en el A.T. vemos algunas excepciones pequeñas, pero debemos entender que también en el A.T. Se permitía hasta matar a piedrazos a los adúlteros, pero lo que es materia de N.T. Está totalmente prohibido.
El Espíritu Santo nos anhela celosamente (Santiago 4:5) ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Y si saben hacer lo bueno y no lo hacen les cuenta como pecado (Santiago 4:17).
Respecto a su cabello deben dejárselo crecer bastante, no existe una medida para el largo del cabello, pero si existe un pasaje bíblico que enseña que la mujer no debe cortarse su cabello porque es su velo y es la señal de autoridad en su cabeza, para ella es una honra su cabello largo (1º Cor. 11:14-15). Además no debería teñir su pelo, sino dejar sus canas a simple vista, ya que las canas son una honra (Lv. 19:32) “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová”.
Tampoco deben vestir similar al varón en ningún sentido, deben ser femeninas en su vestir, lo mismo para el varón, debe vestir bien “macho” (Deut. 22:5) “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”.
Para finalizar dejaré el pasaje bíblico de Pedro, cuando menciona que no deben ponerse adornos, perlas, ni vestidos costosos, y que deja en claro que la santidad externa no está limitado al tiempo:
1ª P. 4:3-5 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
VII. EL NO PREDICAR SANTIDAD EXTERNA PROVOCA UN CAOS EN LA IGLESIA
Muchos podrán pensar que predicar esto es para arcaicos, dinosaurios, fósiles y anticuados, pero la verdad es que usted debe ver la triste realidad de las iglesias que no predican esto.
Los pastores que no hablan esto tienen iglesias pasarelas, la gente ya no viene a mirar al Señor, sino a mirar quien trae la mejor pinta, quien trae la mejor marca, la ropa mas cara, etc. Son verdaderas pasarelas, mujeres de taco alto, faldas cortas y apretadas, pelos cortados y teñidos, etc. Verdaderas mundanas.
¿Qué genera eso? División entre hermanas, infunde vanidad en los demás, frustración entre los más pobres de la iglesia que no pueden vestirse así, carnalidad entre los nuevitos, promueve la fornicación entre jóvenes, y ensucia el testimonio de la iglesia.
Iglesias liberales y libertinas son la vergüenza del evangelio.
Todas esas ropas generan provocación, seducción, atracción del sexo opuesto.
1ª Cor. 8:13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
VIII. CONCLUSIÓN
No debemos ser rebeldes a tan clara enseñanza de la bendita Palabra de Dios, quien diga lo contrario a lo antes expuesto, es buscarle la quinta pata al gato para adaptar las Escrituras a su doctrina tergiversada.
La santidad externa es bíblica y comienza en Adán y Eva y no terminará jamás, pues aún en la nueva Jerusalén Dios nos pondrá ropas de lino blanquísimo, vestiduras de plena santidad ¡aleluya! Hasta en la eternidad Dios se preocupará de esto ¡gloria a Dios!
Por Pastor Marcelo Fuentealba

Que hacer si mi iglesia(física) estamos cayendo en este pecado, la libre manera de vestirnos y adornarnos, Que hacer cuando no quieren escuchar.
Buen estudio, centrado en las escrituras!