Jeremias 10:3 Porque las costumbres de los pueblos son vanidad
I. INTRODUCCIÓN
El nacimiento del Señor Jesús es quizá el hecho más importante de la historia de la humanidad. Tanto así, que este hecho dividió la historia en dos, y los años se cuentan a partir de su nacimiento, antes de Cristo y después de Cristo. Pero la gran mayoría de tradiciones y creencias en torno a la navidad no tienen origen bíblico, ni tampoco se relacionan con la cultura hebrea en la época de su nacimiento, sino que tienen sus raíces en las culturas paganas.
Es por eso que en la Biblia no se relata que los cristianos hayan celebrado el nacimiento de Cristo, ni que hayan practicado los ritos relacionados con la navidad. Tanto al pueblo judío en el AT, como a los cristianos en el NT, el mandamiento a través de las Escrituras es que no imitaran las costumbres de los pueblos que no creen en el único Dios verdadero, y, por el contrario, creen en multitud de dioses paganos, practican la idolatría y llevan una vida inmoral.
II. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Jeremías 10:2-3 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman. Porque las costumbres de los pueblos son vanidad (…).
Levítico 18:30 Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios.
Levítico 20:23 Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.
Salmo 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado.
Proverbios 4:14 No entres por la vereda de los impíos,
Ni vayas por el camino de los malos.
Ezequiel 20:32 Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra.
EN EL NUEVO TESTAMENTO
Romanos 1:21-25 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
1Corintios 10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
2Corintios 6:14, 17 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (…)
Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,
Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré,
III. ORIGEN DE LA NAVIDAD
La Palabra Navidad proviene del latín "Nativitas", que significa "nacimiento". Esta fiesta en inglés se llama "CHRISTMAS", que quiere decir "Misa de Cristo", en esta palabra se puede determinar la influencia católica en la navidad.
Como primer punto tenemos que la Biblia no registra la fecha del nacimiento de Cristo, sin embargo, el catolicismo romano impuso la fecha del 25 de diciembre, empezando en el año 335 DC, cuando el papa Julio I propone esta fecha para el nacimiento de Cristo, y haciéndola oficial el papa Liberio en el año 354 d. C. Y confirmada en el año 440 por el papa León Magno que establece esa fecha como la natividad y casi 100 años después el emperador Justiniano la declara oficialmente una festividad del imperio, en el año 529.
El 25 de diciembre era la fecha del Solsticio de invierno, (solsticio: momento en el que el sol alcanza su mayor declinación de latitud) y es conocido y celebrado desde tiempos antiguos como en el año 2600 a. C. ese día se celebraban diferentes festividades en honor al sol y a los dioses paganos relacionados con él. En el imperio romano esta fiesta pagana se llamaba "Saturnalia", festividad dedicada al dios Saturno, empezaba el 17 de diciembre, y terminaba el día 25, al que los romanos llamaban "El día del nacimiento del sol invicto", y también celebraban el nacimiento del dios Apolo.
Con la conversión del emperador Constantino al catolicismo, las costumbres de la religión romana fueron incorporadas al catolicismo, por lo que el día de la festividad del sol pasó a convertirse en la navidad.
Cabe recalcar que en estas fiestas se acostumbraba hacerse regalos unos a otros y encender velas para adorar a Saturno, estas costumbres fueron incorporadas a las tradiciones navideñas.
IV. ¿CUANDO NACE JESÚS?
Podemos decir que es imposible que el Señor Jesús haya nacido el 25 de diciembre, porque este mes en Tierra Santa es particularmente frío y en ocasiones cae nieve, y según relata la Biblia, los pastores tenían sus rebaños a la intemperie en plena noche en el momento en el que el Señor Jesús nació (Lucas 2:8).
Otra evidencia es que el Señor Jesús comenzó su ministerio a la edad de 30 años (Lucas 3:23), y su ministerio duró 3 años y medio, y entonces fue crucificado en el 14 de Nisán (marzo o abril de nuestro calendario), si tomamos en cuenta que faltarían 6 meses para que cumpliera 34 años, es probable que el Señor hubiera nacido en septiembre u octubre.
Existen otras evidencias como la del orden de Abías en su octava posición para servir como sacerdote (1ª Cron. 24:10), eran 24 turnos que cada uno cumplía con dos semanas haciendo un total de 48 semanas (un año), partiendo desde el primes mes, que en calendario judío es el mes de Nisán has el último que es el mes de Adar. A Abías le tocaba el octavo turno, es decir en el mes cuarto, mes de Tamuz (Junio o Julio de nuestro calendario) y Zacarías era del orden de Abías (Lc. 1:5) y estaba en el mes de Tamuz (Junio o Julio) cuando el ángel Gabriel se le apreció y le habló de su hijo Juan el bautista. Podríamos decir que a fin de julio Elisabet quedó embarazada, y nueve meses más tarde nace Juan el bautista, es decir, en el mes de Abril y Juan era 6 meses mayor que Jesús (Lc. 1:36), eso quiere decir que el ángel Gabriel se le apareció a María en el mes de Enero (que fue cuando quedó embarazada del Espíritu Santo), y nueve meses más tarde nace el Señor, entre Septiembre y Octubre.
El Señor Jesús jamás ordenó celebrar su nacimiento, ni tampoco los apóstoles. Si celebrar navidad hubiera sido algo importante dentro de la vida cristiana, existiera un mandamiento directo de hacerlo, pero este no existe. En vez de celebrar la navidad, el Señor Jesús mandó a conmemorar su muerte, a través de la Cena del Señor, y este mandamiento quedó registrado ampliamente en la Biblia (Mateo 26:17-29; Marcos 14:12-25; Lucas 22:7-23; 1 Corintios 11:23-30)
V. EL ARBOL DE NAVIDAD
No está de más recordar que el árbol de navidad no se relaciona con la creencia cristiana, ni el Señor Jesús ni los apóstoles lo mencionaron, y mucho menos ordenaron poner un árbol de navidad en los hogares de los creyentes o en los altares.
· Hay quienes remontan los orígenes del árbol navideño hasta la antigua Babilonia, como un componente de la religión pagana fundada por Nimrod, su esposa Semiramis y Tamuz, su hijo, el árbol estaba asociado a la conmemoración del nacimiento del hijo de la Madre de los Cielos (la misma Semiramis); sostenían que, en el 25 de diciembre, un árbol siempre verde brotó durante la noche de un tronco seco en Babilonia, y que Nimrod volvería a él secretamente todos los años a la misma hora, como señal de la reencarnación de Nimrod en su hijo Tamuz.
· Otros lo ubican en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol.
· Se habla también del uso del árbol, adornado y venerado por los druidas de Europa central, cuyas creencias giraban en torno a la adoración de todos los elementos de la naturaleza. Estos pueblos celebraban el cumpleaños de uno de sus dioses adornando un árbol, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad cristiana.
· Algunos llegan, inclusive, a asociarlo con prácticas sanguinarias, como la de Nerón quemando a los cristianos, y tribus que adornaban árboles con cabezas humanas en lugar de esferas.
En la Biblia se menciona el culto a la diosa babilónica Asera (también llamada Astarot, Astarté, Ishtar o Astoret), por Jeremías llamada "La reina del cielo" (Jeremías 7:18; 44:17). Era la diosa de la fertilidad, y muchos de sus cultos y rituales se realizaban debajo de árboles frondosos, a menudo estos ritos incluían borracheras, fornicación y sacrificios humanos bajo estos árboles, por lo cual Dios prohibió explícitamente el introducir árboles en el altar de Dios.
Deuteronomio 16:21-22 No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho, ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová tu Dios.
Hay muchos versículos en los que Dios condena utilizar árboles en la adoración, e incluso manda a destruirlos porque representan e culto a Asera.
Deuteronomio 12:2 Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
1Reyes 14:23 Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.
Léase también 2 Reyes 16:4; 2 Reyes 17:10; 2 Crónicas 28:4; Nehemías 8:15; Isaías 57:5; Jeremías 2:20, 3:6,13; 17:2; Ezequiel 6:13; 20:28.
Es más que evidente que el árbol de navidad no tiene nada que ver con Cristo ni con la sana doctrina, sino que representa falsas divinidades y ritos paganos.
VI. SANTA CLAUS, EL REEMPLAZO DE DIOS.
Éxodo 20:3, No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Los mismos que pregonan la “navidad con Cristo”, exaltan y defienden al “omnisciente, omnipotente y omnipresente” Santa Claus. Él lo sabe todo, todo lo puede y está presente en todas partes, puede repartir juguetes a los niños de todo el mundo al mismo tiempo, y puede saber si alguien se "portó" bien o mal. Este personaje, que tiene los mismos atributos de Dios, fue introducido a la tradición popular por el catolicismo romano. El sacerdote católico Nicolás, obispo de Mira en el tiempo del emperador Diocleciano (siglo IV), entre todas sus prácticas religiosas, acostumbraba en época de “navidad” a dar regalos y presentes a los niños. Luego de su muerte, la iglesia de Roma lo elevó a los altares y desde ahí que pasó a ser “San Nicolás o Santa Claus”, a quien todos los niños esperaban ansiosamente, para recibir los regalos en época navideña.
En 1931 la Coca Cola Company ordenó a sus publicistas que pusieran los colores de su empresa al Viejo Pascuero.
Así podemos concluir que Santa Claus actualmente es una figura comercial, pero que sutilmente intenta reemplazar a Dios imitando sus atributos. ¡Que el Señor reprenda al Diablo!
VII. CONSUMISMO Y ENDEUDAMIENTO
Ningún cristiano que ame a Dios de corazón debería participar del consumismo exagerado de la navidad. La presión social y la publicidad agresiva provoca que una gran mayoría de la gente gaste exageradamente y sin control el dinero familiar, que muchas veces es escaso, en regalos, juguetes, adornos, decoraciones, comida, ropa y otros bienes que muchas veces son desechables, y las consecuencias empiezan en enero, cuando revisan sus estados de cuenta, y se debe empezar a pagar todo lo gastado en navidad. ¿Es esta una actitud responsable, y acorde con los principios bíblicos de dominio propio y de abstenernos de avaricia?
Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Eclesiastés 5:10-11 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
1 Timoteo 6:7-8 Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Proverbios 15:16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová,
Que el gran tesoro donde hay turbación.
Proverbios 22:6 El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.
VIII. LAS FIESTAS MUNDANAS, UN SELLO DE LA NAVIDAD
En la “época navideña” se le da rienda suelta a la carne. Borracheras, fiestas estrepitosas, inmoralidad sexual, hipocresía, idolatría, son los frutos de esta blasfema celebración.
Efesios 5:11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.
1 Pedro 4:13 Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
IX. CONCLUSIÓN
En conclusión, no existen razones bíblicas para celebrar la navidad, ya que es una festividad católica, cuyos orígenes son paganos y antibíblicos, y que, en vez de acercarnos a Cristo, nos acerca al mundo y sus costumbres, y nos hace entregarnos al consumismo. Los cristianos no debemos amoldarnos a este mundo.
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. (Santiago 4:4)
Es muy lamentable que muchos cristianos ponen estas tradiciones por encima de la Palabra de Dios.
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. (Mateo 15:9)
Por Pastor Marcelo fuentealba

¡Tremendo estudio bíblico mi Pastor! que el Señor lo siga usando y se derriben creencias populares anti bíblicas por la sana doctrina del Dios altísimo.