INTRODUCCIÓN
Antes de comenzar mi exposición quisiera recalcar un par de cosas que creo necesarias para mas tarde no tener ninguna discrepancia en cuanto a estas cosas básicas.
Es sabido por muchos que la Biblia se escribió en un periodo aprox. De 1.500 años por mas de 40 autores diferentes los cuales fueron inspirados por el Espíritu de Dios. el Tanaj (Antiguo Testamento) fue escrito en hebreo. Pero algunos capítulos en las profecías de Esdras y Daniel y un versículo en Jeremías fueron escritos en un lenguaje llamado arameo. Este lenguaje se hizo muy popular en el mundo antiguo y en realidad desplazó a muchos otros idiomas. El arameo se convirtió incluso en el lenguaje común que se hablaba en Israel en el tiempo de Jesús, y era probablemente el lenguaje que hablaba día a día. Algunas palabras arameas fueron usadas incluso por los escritores del Evangelio en el Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento, sin embargo, fue escrito en griego, (con excepción de Mateo que según Jerónimo poseía una copia en hebreo, pero que nunca ha sido hallada) pues el griego fue el idioma de la erudición durante los años de la composición del Nuevo Testamento del 50 al 100 dC. El hecho es que muchos judíos ni siquiera podían leer hebreo, así que, alrededor de 300 aC se realizó una traducción del Antiguo Testamento, del hebreo al griego, y se completó alrededor del año 200 aC. Gradualmente esta traducción griega del Antiguo Testamento, llamada Septuaginta, fue ampliamente aceptada e incluso fue usada en los campos misioneros para los primeros cristianos, porque ahora los griegos podían leer la Palabra de Dios en su propia lengua.
Esto lo recalco porque si vamos a interpretar del AT. Debe provenir su etimología del Hebreo o Arameo, o si interpretamos del NT. Del griego.
Unos cuantos han dado una teoría, diciendo que el NT. Fue escrito en hebreo, lo cual es imposible de comprobar, pues no existe ni tan siquiera un papiro o manuscrito del NT. Que haya sido en hebreo, todos en griego y algunas partes en arameo, pero las fuentes más antiquísimas están todas en griego.
Lo otro que creo de suma importancia es que, he visto que nuestros oponentes que refutan nuestra postura teológica sobre la Divinidad de Cristo, que señalan que nosotros usamos una biblia "adulterada", manoseada, y tergiversada, por ende los versos que damos no sirven ni son válidos, pero para nuestra sorpresa cuando ellos quieren dar una enseñanza acuden a la Biblia adulterada y tergiversada, y ahí los versos si son validos y si sirven, por lo tanto en vista de ello, quisiera pedir que si vamos a dar alguna cita Bíblica tengamos un respaldo de alguna fuente confiable, me refiero a algún manuscrito, ya sean cursivos o unciales, papiro, leccionario, códice, rollos del Qumram, escritos de los primeros siglos, o en última instancia una versión bien apegada al original.
Bien, dicho esto comenzaré mi exposición.
EXPOSICIÓN
Romanos 9:5
de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Hipólito (170 al 236 d.C.) cita el pasaje y lo interpreta:
‘Echemos un vistazo a continuación a la palabra del apóstol: “De quienes son los Patriarcas, y de los cuales de acuerdo a la carne vino Cristo, quien es sobre todo, Dios bendito para siempre.” Esta palabra declara el misterio de la verdad en forma correcta y clara. Aquel que está sobre todo es Dios; por eso habla con libertad (valentía), “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre” Aquel que es sobre todo, Dios bendito, ha nacido; habiendo sido hecho hombre, Él es Dios para siempre. (Hipólito - Los Tratados existentes y Fragmentos; Contra la Herejía de Uno Noetus (6); p. 225).
Cipriano153 (obispo de Cartago 249-258 d.C.); en Tratados de Cipriano - Tratado XII- cita el verso tal cual en original:
“de quienes son los Padres, y de los cuales, de acuerdo a la carne, vino Cristo, quien es Dios sobre todo, bendito para siempre.” (Tratados de Cipriano - Tratado XII – Libro Segundo - Testimonios (6); p. 518).
Novaciano154 (200-258 d.C.):
‘Creamos por tanto esto, ya que es lo más fidedigno, que Cristo Jesús, el Hijo de Dios es nuestro Señor y Dios; porque… Y, “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.” (Novaciano. Tratado de Novaciano cap. XXX, p.642).
También entendemos que la palabra <<Elokim en el AT>>. y <<Theos NT.>> Son de uso genérico, ósea que la palabra Dios sirve para ser utilizada en el Dios verdadero como en dioses paganos, pero es fácil discernir cuando se refiere al Dios verdadero, por la mayúscula y por el contexto, y precisamente aquí está hablando del Dios verdadero que es el único sobre todas las cosas, bendito sea.
De esta forma queda mas que claro que Pablo dijo con todas sus letras que Jesús es Dios, y esto lo afirmamos en base a las fuentes irrefutables que acabamos de ver.
Juan 1 El Verbo (Jesucristo) es Dios.
Juan 1:1-3
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
¿Quién es este VERBO?
JUAN 1:14-18
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Esta misma afirmación se repite en Colosenses 1:16-17:
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.
En esta declaración de la Divinidad de Cristo concuerdan los primeros cristianos como Ireneo de Lyon; Orígenes; Ambrosio; Atanasio; Novaciano; Juan Crisóstomo; Teodoreto, etc. Quisiera enfatizar que estos primeros cristianos manejaban los primeros escritos, los mas confiables, y en base a esos escritos argumentaban.
Ahora bien, creo muy necesario aclarar el verso 18 ya que en la RVR 1960 dice que quien dio a conocer al Padre es “el unigénito hijo”, pero, ¿dice así en el original? La respuesta es NO.
VEAMOS:
“A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.” El unigénito Dios que da a conocer al Padre, es Cristo Jesús. (Juan 1:18)
En el original se lee así: “Ο ΜοΝΟΓΕΝΗΣ Θ̅Σ” (El unigénito Dios), así lo dicen los manuscritos, veamos:
La lectura original es entonces: ο μονογενης Θ̅Σ, <<el Unigénito Dios>>.
Esto es fuertemente confirmado por los Papiros P66 Y P75 los cuales dicen: “El unigénito Dios” lo mismo hace la Peshita.
Ignacio el judío (35-50 al 98-117 d.C.)
“Si alguno dice que hay un Dios, y asimismo confiesa a Cristo Jesús, pero piensa que el Señor es un mero hombre, y no el unigénito Dios, y Sabiduría, y la Palabra de Dios, y lo considera que Él consiste solamente de un alma y un cuerpo, aquel es una serpiente, que predica engaño y error para la destrucción de hombres”.
Queda, pues, mas que claro que Juan está diciendo que Jesús es Dios.
Resolviendo malas interpretaciones
Existió un movimiento que se llamaban los arrianistas, en honor a Arriano, quien fue un hombre que negaba la divinidad de Dios-Hijo al punto de decir que incluso Cristo podía llegar a pecar, su verso favorito era Juan 14:28:
Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Y podemos decir con toda humildad y transparencia que existen varios versos mas que aluden a que el Padre tiene cierto grado mas grande que Jesús, y en ningún momento lo negamos, pero esto no significa en ningún sentido que Jesús no es Dios.
La clave para interpretar el versículo “el Padre es mayor que Yo” se halla en la doctrina de la ‘kenosis’ o vaciamiento explicada en Filipenses 2: 5-11 donde afirma que Cristo “siendo en forma de Dios se despojó a sí mismo tomando forma de siervo” (v.7). En la encarnación se despojó y se humilló hasta derramar su sangre y morir; terminada su obra redentora volvería al Padre para ser uno con él y tener la Gloria que antes tenía con Él Juan 17:5 “glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” La subordinación de Cristo al Padre tiene que ver con su oficio y ministerio.
Muchos asumen a Fil. 2 diciendo que Cristo no podía ser Dios, pues sino como El Padre le exaltó hasta lo sumo. Por supuesto, claro está que ellos ignoran que Cristo no recibió una gloria que nunca tuvo, sino que simplemente Él volvió a su gloria que tuvo antes de despojarse y encarnarse, por eso el mismo Jesús dijo: Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese (Juan 17:5). Entonces ¿en qué sentido fue exaltado? En que ahora su nombre es conocido y reverenciado en todo el mundo, como lo dice el V.10 que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, antiguamente solo se le conocía como el Mesías, hoy su nombre es puesto en lo mas exaltado de la cumbre por su Padre.
Por esto no es difícil entender por que Cristo mostraba inferioridad al Padre, pues estaba hecho semejante a los siervos, mortales, humanos, polvo, etc. En su condición de hombre, tenia que ser en todo igual a sus hermanos.
Citas Bíblicas que indican la Igualdad del Padre y el Hijo
Con todo gusto pueden ser rectificadas estas citas con los originales, ya que al hacerlo lograran darle mas fuerza a nuestro argumento.
Juan 5:18
Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Juan 5:23
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Juan 10:31-33
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Apocalipsis 1:7-8
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Hebreos 1:6-8
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
1° Juan 5:20
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Mateo 1:23
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
1° Timoteo 3:16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Podríamos continuar con los versos Bíblicos, pero creo que con eso basta.
Muchos no se logran imaginar un Dios que es uno y a la vez es tres. Ellos señalan que esto es inconcebible. Pero el mismo pensamiento sale a flor cuando se medita en cualquier otro atributo de Dios, por ejemplo, el pensar que Dios es Eterno y no tiene comienzo de existencia, ¡eso es impensable! O ponerse a pensar en su Omnisciencia, solo el hecho de saber que Dios lo sabe todo y que ni aun desconoce la cantidad de nuestros cabellos es maravilloso, pero inimaginable al mismo tiempo. Mientras meditemos en cualquier atributo de Dios, jamás nuestra mente nos dará para llegar tan lejos.
Ahora bien, claro que podemos explicar esta unidad de Dios. permítame ponerle un par de ejemplos:
Génesis/Bereshit 2:24 “…el hombre… y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (BAZAR EJAD).
Éxodo/Shemot 26:6 “…cincuenta corchetes de oro…enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo” (UN TABERNÁCULO) (ejad mishkán).
Éxodo/Shemot 26/11 “…cincuenta corchetes de bronce, los meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta” (Y SERA UNA SOLA) (vayeji ejad).
En los anteriores ejemplos bíblicos se puede observar que varias partes conforman a un UNO UNIFICADO, para este UNO se utilizan siempre la palabra en hebreo (EJAD).
Si leemos el “SHEMA ISRAEL” en Deuteronomio/Devarim 6:4, dice así:
“Oye, Israel: Jehovah Adonay nuestro Dios, Jehovah uno es” (UNO ES).
“Shemá Israel Yahvéh Eloheinu, Yahvéh Ejad”.
El conocido Maimónides rabino judío de la era medieval intentó sustituir en este pasaje la palabra EJAD por YAJID que significa “unidad indivisible e inseparable”, porque él creía que Jehovah Adonay era un Dios “ÚNICO” indivisible, pero realmente Dios es UNO UNIFICADO. Por supuesto que esta alteración no perduró ya que se tenía que cambiar la Palabra de Dios lo cual es inaceptable.
Podría seguir con otros muchos ejemplos, como cuando Jesús es bautizado por Juan, allí aparecen estos tres seres maravillosos y sublimes que conforman el Dios único. Pero creo que, con estas aclaraciones, aunque breves, son suficientes en cierta medida para exponer que la Deidad de Cristo, y a Dios gracias que desde que hemos confesado su nombre jamás han parado sus delicias y maravillas sobre nosotros, es una paz y a la vez una profundidad inquietante el poder entender una cosa, que por mas que me esfuerce sus caminos y sus pensamientos son mas altos que los míos, (Isaías 55:9).
CRISTO POSEE LOS ATRIBUTOS DE DEIDAD
Los pasajes bíblicos citados en la sección anterior debían ser suficientes para concluir que la Biblia enseña con suma claridad la doctrina de la deidad de Cristo. Es importante añadir, sin embargo, que la Palabra de Dios explícitamente enseña que Cristo posee todos los atributos de la deidad. La Biblia enseña que Cristo es omnipotente, omnipresente, omnisciente, inmutable, sano y eterno. Además, la Biblia habla del amor, la gracia, la misericordia y otras características de Cristo en el mismo sentido en que atribuye a Dios dichas características.
CRISTO ES OMNIPOTENTE
La palabra omnipotente sígnica «todo poder». Dios es omnipotente porque El todo lo puede. En el Nuevo Testamento la expresión «el Todopoderoso» (ho pantokrator) se usa únicamente con referencia a Dios. Es muy natural que así sea, pues solamente Dios puede poseer ese atributo. En Apocalipsis 1:7–8 dice:
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
CRISTO ES OMNISCIENTE
Otro atributo de deidad que Cristo posee es el de omnisciencia, es decir, nada escapa a Su conocimiento. Colosenses 2:3dice:
En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
La mujer samaritana confesó:
Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? (Jn. 4:29).
Jesús jamás había visto a la mujer samaritana hasta el día en que se encontró con ella junto al pozo de Jacob. Sin embargo, el Señor conocía la vida pecaminosa de aquella mujer. Este es un ejemplo singular de que Jesús poseía el atributo de la omnisciencia. Esta verdad se hace evidente también en las palabras de Juan 2:25: «… y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre». Jesús sabía las dudas de Tomás (Jn. 20:24–28); sabía que Lázaro había muerto (Jn. 11) y conocía perfectamente los pensamientos secretos de Sus adversarios (Mt. 9:4). ¿Cómo podría cosa semejante ser posible si el Señor no fuera omnisciente?
CRISTO ES OMNIPRESENTE
Otro atributo que, según la Biblia, Cristo posee es el de omnipresencia. Cristo tiene el poder de estar en todas partes al mismo tiempo en la absoluta intensidad de Su Persona. En Juan 3:3, Jesús declara:
Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
El Señor confiesa que Él está simultáneamente en la tierra y en el cielo. En Mateo 18:20, Cristo prometió a Sus discípulos:
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Aunque algunos prefieren interpretar esas palabras de Jesús en sentido figurado, diciendo que Jesús está presente en un aspecto espiritual. Dicen que Cristo está presente en la mente y en las oraciones de los discípulos, pero no en un sentido personal. Sin embargo, una interpretación normal o natural del referido texto señala que la presencia del Señor con los suyos es algo personal y real. De igual modo, Jesús prometió estar con los suyos «todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt. 28:20).
CRISTO ES INMUTABLE
La Biblia atribuye a Cristo la característica de inmutabilidad. Dios el Padre es inmutable (Stg. 1:17). El no cambia en Su esencia, es decir, lo intrínseco de Su ser permanece inalterable. Dios el Hijo también es inmutable. En hebreos 1:10–12dice:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán mas Tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados, pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.
El contexto de este pasaje gira alrededor de la Persona de Cristo. La superioridad del Hijo es presentada por el autor de la epístola. El Hijo es superior a los ángeles, porque Él es Dios (He. 1:7, 8). También es superior a la creación, porque Él es el Creador de todas las cosas (1:9, 10). La creación cambia y se envejece, pero el Hijo, siendo Dios, es inmutable. Su esencia jamás cambia. La misma Epístola a los Hebreos 13:8, dice:
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Sólo Dios, quien es autosuficiente, tiene la capacidad de ser el mismo ayer, hoy y por los siglos. Si Jesús no fuese Dios, sería una detestable blasfemia atribuirle la característica de inmutabilidad.
CRISTO ES IMPECABLE
Uno de los aspectos de la vida de Jesús que más ha asombrado a los hombres ha sido Su absoluta santidad e impecabilidad. La Biblia afirma repetidas veces que Jesús es santo. En Hebreos 7:26–27, dice:
Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
El argumento del escritor sagrado es enfático. Los sacerdotes terrenales tenían que ofrecer sacrificios a favor de sí mismos antes de hacerlo por el pueblo. Jesús, siendo santo, inocente y sin mancha, pudo ofrecerse a sí mismo una vez por todas por los pecados de Su pueblo. El mismo escritor subraya la impecabilidad de Cristo, diciendo:
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (He. 4:15).
Del mismo modo el apóstol Juan escribió: «Y sabéis que El [Cristo] apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en El» (1°Jn. 3:5). Durante su ministerio terrenal, Jesús retó a los líderes religiosos de Israel, diciéndoles: «¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?» (Jn. 8:46). Aún los demonios reconocieron que Jesús era el «Santo de Dios» (Mr. 1:24). El apóstol Pablo afirma que «al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él» (2.a Co. 5:21). Sólo un Cristo impecable podía ofrecerse a sí mismo como expiación por hombres pecadores. Así como el cordero pascual tenía que ser absolutamente santo y sin mancha (1°P. 1:18–20;2:22). El apóstol Juan, refiriéndose a la visión del profeta Isaías (6:1–3), afirma que Aquel de quien los serafines hablaron, diciendo: «Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos», era nada menos que el propio Señor Jesucristo. Juan dice: «Isaías dijo esto cuando vio su gloria y habló acerca de El» (Jn. 12:41). En resumen, el testimonio de las Escrituras es enfático. Cristo fue y sigue siendo impecable (He. 13:8). Su santidad es incuestionable. Tal característica es una demostración de que Jesús es una Persona divina.
CRISTO ES ETERNO
Cristo no comenzó Su existencia el día de Su nacimiento en Belén de Judea. Como la segunda persona de la Trinidad, Jesucristo ya era desde la eternidad. El profeta Miqueas, al hablar de la venida del Mesías al mundo, dice:
Pero tú Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti saldrá el que será Señor en Israel, y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad (Mi. 5:2).
El profeta Miqueas enfatiza el hecho de que el Mesías que nacería de la tribu de Judá, no sólo sería el Señor de Israel sino alguien que existe desde el principio, es decir, desde la eternidad. Esa profecía de Miqueas fue citada por los escribas, cuando Herodes les preguntó dónde nacería el Cristo (Mt. 2:4–6).
Cristo ifirmó «Antes que Abraham naciese, Yo Soy» (v. 58). «Yo Soy» era el nombre del Dios auto-existente quien se había revelado a Moisés en la zarza ardiente (Ex. 3:14). Jesucristo afirmaba ser el «Yo Soy», el Dios auto-existente. Cristo estaba afirmando Su eternidad. Para los judíos tal cosa era una blasfemia.
El apóstol Pablo escribió en Colosenses 1:17que «Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en El subsisten». El apóstol Juan, en el prólogo de su evangelio, afirma que el Verbo (Cristo) era en el principio con Dios (Jn. 1:2). Cristo hizo referencia a la gloria que tuvo con el Padre antes de que el mundo fuese (Jn. 17:5).
CRISTO POSEE PRERROGATIVAS QUE SOLO PERTENECEN A DIOS
Cristo tiene autoridad para perdonar pecados
La Biblia enseña que Jesús tiene autoridad para perdonar pecados. En el capítulo 2 del Evangelio según San Marcos, se relata que Jesús sanó a un paralítico. Antes de efectuar la sanidad, Cristo dijo al enfermo:
Hijo, tus pecados te son perdonados (Mr. 2:5).
Los judíos presentes se asombraron al oír aquella declaración, y dijeron:
¿Por qué habla este hombre así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? (Mr. 2:7).
Los judíos reconocieron que Jesús estaba ejerciendo una prerrogativa que sólo corresponde a Dios. En Marcos 2:10, Jesús declara que El posee esa autoridad:
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados …
Si sólo Dios tiene autoridad para perdonar pecados y Jesús afirma poseer esa autoridad, puede decirse o que Él es Dios, o como creían los judíos, estaba blasfemando. Lo cierto es que Jesús estaba haciendo algo propio de Su persona divina.
Cristo es adorado como Dios
Todo estudioso de las Escrituras sabe que Dios exige que se le adore sólo a El. Adorar a cualquier otro ser o cosa constituye una idolatría (Ex. 20:3–6; Dt. 6:13–15). Jesús reconoció esa verdad durante Su vida terrenal. Recuérdese que, cuando fue tentado por Satanás, Cristo respondió: «… Escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás y a El sólo servirás»» (Mt. 4:10). De modo que habría sido deshonesto que Jesús hubiese aceptado la adoración de los hombres a menos que El fuese Dios y, por lo tanto, merecedor de esa adoración. Lo cierto es que Jesús aceptó el ser adorado como solamente Dios debe ser adorado. Los sabios del Oriente, cuando vinieron a ver al rey que había nacido «postrándose lo adoraron» (Mt. 2:11). Los discípulos que estaban a punto de perecer en el mar de Galilea y fueron rescatados por el Señor «… vinieron y le adoraron, diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios»» (Mt. 14:33). El ciego de nacimiento a quien Jesús sanó, también se postró y adoró al Señor (Jn. 9:38). Las mujeres a las que Jesús se manifestó después de Su resurrección, «… abrazaron sus pies y le adoraron» (Mt. 28:9). Antes de Su ascensión a la gloria, Jesús se reunió con Sus discípulos en el monte de los Olivos y ellos le adoraron (Lc. 24:52). Es importante notar que en ninguna de las ocasiones mencionadas hubo protesta alguna por parte de Jesús. Aquel que había venido a cumplir la ley hubiese violado el primer mandamiento del decálogo de haber sido un simple hombre. La realidad es que Cristo aceptó el ser adorado porque, como Dios, El es digno de tal honor. La escena que aparece en el libro del Apocalipsis no puede ser más elocuente:
El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (Ap. 5:12–13).
El cuadro que se presenta en el Apocalipsis es muy singular. El Dios Padre (sentado en el trono) y Dios el Hijo (el Cordero) reciben la misma adoración y alabanza (véase Jn. 5:23).
Cristo es el Creador y Sustentador de todas las cosas
La Biblia dice que: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Gn. 1:1). De modo que, para el estudiante de las Escrituras, el universo es el resultado del poder creador de Dios. En Juan 1:3, esa obra es
atribuida al Verbo, es decir, a Jesucristo: «Todas las cosas por él fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho fue hecho.» El Verbo es el Creador, de otro modo se caería en el absurdo de pensar que el Verbo se creó a sí mismo. También, en Colosenses 1:17, dice: «Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.» Cristo no es tan sólo el Creador, sino también el sustentador de todas las cosas. «El sustenta todas las cosas con la palabra de su poder» (He. 1:3). Cristo es el sustentador por cuanto as el preservador de todo lo que El mismo creó.
Resumen
La evidencia bíblica no deja lugar a duda tocante a la naturaleza de la Persona de Jesucristo. Los títulos usados referentes a Su Persona, los atributos que demostró tener, las prerrogativas de las que hizo uso durante Su ministerio terrenal dejan de manifiesto que Cristo fue más que un simple hombre. Si se acepta el testimonio de los evangelios, debe aceptarse también que Jesús, por las cosas que hizo y por las que dijo, demostró que era Dios manifestado en la carne. Tómese como ejemplo el testimonio que aparece en el Evangelio según San Mateo referente a los poderes divinos ejercidos por Cristo:
1. Poder sobre las fuerzas de la naturaleza (Mt. 14:26–29; 15:34–36; 21:19).
2. Poder sobre las fuerzas del mal (Mt. 8:32; 12:28).
3. Poder sobre las fuerzas del cielo (Mt. 13:41).
4. Poder para sanar a los enfermos (Mt. 4:23; 8:3, 7).
5. Poder para resucitar a los muertos (Mt. 9:25; 20:19; 26:61).
6. Poder para juzgar a la humanidad (Mt. 7:21; 12:31–32; 13:30; 23:2–8).
7. Poder para perdonar pecados (Mt. 9:2).
8. Poder para condenar y dictar sentencia sobre los pecadores no arrepentidos (Mt. 23:13–16, 27).
9. Poder para dar galardones cuando venga otra vez a la tierra (Mt. 5:11–12; 10:42; 13:43; 19:29; 25:34–36).
10. Poder para dar poder (Mt. 10:1, 8; 28:20).
11. Poder para proveer completo y perfecto acceso al Padre (Mt. 11:27).
12. Poseedor de todo poder (Mt. 28:18).
Al leer estos pasajes, es inevitable reconocer con el apóstol Juan que: «Este es el verdadero Dios y la vida eterna» (1.a Jn 5:20). Jesús se autoidentificó como la vida (Jn. 11:25; 14:6). Afirmó, además, tener la autoridad para dar vida eterna a otros (Jn. 10:28) y ser el único camino de acceso al Padre (Jn. 14:6). También, Jesús afirmó tener autoridad para resucitar a los muertos en el día postrero (Jn. 6:40). Todas estas prerrogativas y poderes sólo pueden ser ejercidos por alguien que sea Dios.
Por Pastor Marcelo Fuentealba
