“pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrina de demonios” (1° ti. 4:1).
Si hay algo que es inquietante hoy en día es el gran flujo de falsos profetas y falsos maestros que han aparecido hoy en día, mas terrible aún es la aceptación que han tenido por las pobres almas incautas, que presos por el error van rumbo a ser devorados por hambrientos lobos. La gran mayoría de los que siguen a los falsos maestros son personas que Dios permitió que los sigan, y esto no es por causa de favoritismo del Altísimo, ya que Dios no hace acepción de personas “Porque no hay acepción de personas para con Dios” (Rom. 2:11), sino mas bien se debe a que son personas que oyeron el mensaje verdadero, pero en su necio corazón decidieron no creerlo y rechazarlos y es por eso que ahora son entregados al error … “por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean a la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2° Tes. 2:10-12).
Tristemente aunque estos falsos profetas son evidenciados por sus mismos errores, no por eso los dejan de seguir, por ejemplo, puede ser que ellos den 10 profecías y ninguna se cumpla, pero aun así los siguen; puede ser que ellos estén enriqueciéndose a vistas de todos con el dinero de los feligreses, pero aun así los siguen; puede ser que muchas de las cosas que hacen no se ajusten a la enseñanza de la Biblia, pero aun así lo siguen; y puede ser que incluso los encuentren acusados por violación de niños, pero aun así los siguen; ¿Por qué? Pues, porque ellos están presos del error, el demonio que los posesiono es tan fuerte que sus sentidos quedaron totalmente ¡demolido, derribado y desecho!
Como pudimos ver en el texto base (1° tim. 4:1) nos advierte categóricamente que, en los postreros tiempos, (ahora) algunos APOSTARÁN de la Fe; definamos la apostasía:
-Palabra que en griego es compuesta de apó (caer, alejarse de) y stasis (rebelión), Apostasía es el renunciamiento voluntario a la fe en Cristo, hecho por alguien que previamente manifestó creer en él. (ósea, el abandono de su fe).
De aquí debe nacer la gran responsabilidad de estar bien parado en la Palabra, y enseñar al pueblo de Cristo las verdades Bíblicas en vista que esta profetizado por el Espíritu que algunos abandonarán la fe, ¡enseñemos para que esos “algunos” no sean de los nuestros!
También es importante diferenciar al “Apostata” del “Hereje”; el apostata abandona a Cristo por seguir otra fe o volverse ateo o agnóstico; en cambio el hereje es aquel que permanece en su fe, pero ha adoptado modificaciones con respecto a su doctrina, desviándose de la pureza de la enseñanza.
Veamos ciertos aspectos de estos falsos profetas y falsos maestros
1) Harán milagros en nombre de Cristo como una supuesta confirmación de su ministerio, “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24:24), y es precisamente por esto que el hecho que los herejes de Hoy también hacen milagros, y señales respaldan su herejía, y hay que tener mucho cuidado con esto, pues precisamente son las señales que hacen las que atrae a sus seguidores.
2) Ellos entrarán encubiertamente, bien disimulados, y su intención será la de destruir, pero siempre de detrás de un pijama de oveja, pero son lobos, “Por tanto, mirad por vosotros, y por el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hch. 20:28-30).
3) Serán expertos en los disfraces, como su papá el diablo, Y no es maravilla, porque el mismo satanás se disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2° cor. 11:14-15).
4) También se debe entender que, aunque hagan miles de milagros son personas que lo único que tendrán de Dios es su juicio en el fin del tiempo, y estas personas jamás fueron ni serán aprobados por Dios, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿No porfetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mt. 7:21-23).
5) Es importante entender que no es necesario tener un don especial de discernimiento de Espíritu para reconocer a estos falsos profetas, sino que son sus Frutos, cuando no vemos frutos dignos de arrepentimiento en sus vidas son dignos de cuestionar “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” (Mt. 7:15-16).
6) Es una regla del Espíritu probar los otros espíritus, y esto en vista de la gran cantidad de falsos profetas que han salido al mundo, “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1° Juan 4:1).
La conclusión sería que para no caer en manos de los falsos profetas hay que estar bien parados en la Palabra, entendiendo que todo lo que no se ajusta a la Biblia se debe desechar. Su Palabra y nada mas que su Palabra será la que nos ilumine en este nuestro caminar.
“Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbre a mi camino” (salmos 119:105).
Por Pastor Marcelo Fuentealba
