2ª Tes. 3:10:15 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. 13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. 14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ese señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. 15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
1ª Tim. 5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
I. INTRODUCCIÓN
Pablo deja bastante claro que los que no trabajan (en lo material) tienen merecidos el sobre nombre de “desordenados” (que es como los llama Pablo), y los trata de “peor que un incrédulo”, porque hasta los incrédulos sustentan sus familias.
El deber principal de proveer para el hogar es del varón, y por conveniencia lo mejor para la mujer no es trabajar, sino criar a sus hijos en el temor de Dios, pero de todos modos esa decisión le pertenece al matrimonio, si se considera que la mujer debe salir a trabajar, pues que lo haga. tampoco existe una prohibición en la biblia para que la esposa no trabaje, si las necesidades son muchas y el ingreso es poco, ella puede salir a trabajar, pero entiendendo los riesgos que corren con esto si es que existen hijos de por medio.
Esta realidad bíblica es evidente, pues por todos lados vemos que a los que Dios llamó fueron hombres que estaban trabajando en algo, casi todos los apóstoles de Cristo estaban en en el trabajo cuando el Señor los llamó, el mismo Moisés estaba laburando cuando Dios lo llamó, Gedeón estaba trabajando cuando Dios lo llamó, Eliseo estaba trabajando en los bueyes cuando Dios lo llamó, PORQUE DIOS NUNCA LLAMA A FLOJOS NI VAGOS.
SI NO ERES CAPAZ DE TRABAJAR ARDUAMENTE EN UN TRABAJO TERRENAL, ESTÁS DESACREDITADO PARA EL TRABAJO ESPIRITUAL.
Muchos en este tiempo se las dan de “ministros que viven por la fe”, lo cual no estaría mal si en verdad fueran ministros llamados a vivir por fe, pero muchos de ellos no tienen ni ministerio y solo porque son predicadores quieren trabajar en puros pololitos (trabajos cortos sin compromiso), para no tener mucho compromiso con el trabajo.
II. EL TRABAJO DESDE UNA PERSPECTIVA BÍBLICA
Dios es el primer trabajador del universo (Gn. 2:1-3; Jn. 5:17).
Dios ordenó al hombre que trabajara y esto fue antes de la caída, así que, el trabajo no es por causa del pecado, es una bendición que dejó Dios al hombre (Gn. 1:29; 2:15).
El trabajo tiene tres (3) propósitos:
1. Proveer el pan de cada día (Mt. 6:11) (el pan de cada día no caerá del cielo).
2. Mejora la calidad de vida.
3. Trabajar es servir a Dios y obedecer a Dios (Col. 3:22; 4:1).
La única vez que cayó pan del cielo fue en el éxodo, nunca más. No esperes que las cosas lleguen si usted no las buscas, recuerden que Cristo dijo “Buscad, y hallaréis”.
Algunos dicen que no trabajan porque tienen fe que Dios de algún modo les dará su comida, pero esto es horrorosamente anti-bíblico ya que hasta el mismo padre de la fe (que tenía más fe que todos nosotros juntos) con toda esa fe trabajaba igual en la ganadería.
III. MAL INTERPRETAN LA BIBLIA
Algunos cuando leen el Salmo 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan”. Piensan que ese pan lo traerán los cuervos (pero los únicos cuervos que eran así de generosos eran los del profeta Elías y ya murieron hace bastante tiempo).
Dios dejó un método para proveernos el pan, y ese método es el trabajo.
Otros más sin vergüenzas se toman de Lucas 12:29-31 “Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Pero este pasaje bíblico no está diciendo que no trabajen, pues si eso es lo que dice entonces tenemos una tremenda contradicción bíblica, y la biblia NO TIENE CONTRADICCIONES.
Lo que está queriendo decir este pasaje bíblico es que, no estemos absorbidos por la preocupación material de la comida, la bebida y el vestuario, que no existan dudas que Dios nos sostendrá, que no estemos poseídos por un espíritu de superación con base en la avaricia, (superarse no está mal), pero si está mal desvelarse por ello.
Dios nos llama a la confianza y la tranquilidad que el trabajo no faltará para proveer todo lo del hogar, vive tranquilo que Dios proveerá.
IV. EL TRABAJO DE LOS MINISTROS
Los únicos que no deberían estar trabajando en lo secular son aquellos ministros que Dios ha llamado al santo ministerio para vivir por la fe en su Palabra.
Pero no los llama a vivir por la fe para estar en casa descansando, todo lo contrario.
El ministro es alguien que sigue trabajando, solo que ahora en la obra de Dios y sin temor a equivocarme creo que si hace bien el trabajo, y se dedica como Dios quiere que se dedique, trabajará más que en cualquier otro empleo que haya tenido antes del ministerio.
Los ministros son 24/7, todos los días del año, no conoce feriados durante su vida, ni jubilación cuando llega al ocaso de la misma.
Todos los días terminamos fatigados confiando que el siguiente día Dios nos dará las fuerzas para seguir con la obra, y no solo soportamos el cansancio físico, sino, uno más pesado, que es el mental y emocional.
La gran carga de estrés que llevamos, los choques emocionales que soportamos, la lucha mental que sostenemos, hace del ministro un trabajado por excelencia, como si fuera poco debemos dejar espacio en nuestra mente para recibir varios mensajes y enseñanzas por semana.
Por eso Dios le dice a sus ministros en (1ª Cor. 9:9-14) “Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
V. CONCLUSIÓN
Ministros o no, todos estamos llamados a trabajar para proveer para nuestro hogar.
Ame su trabajo, sea el mejor en lo que hace, que sus manos tengan excelencia, que su forma de trabajar no sea al ojo (Ef. 6:6-7), para que el Señor sea glorificado a través de su labor.
Su familia tiene necesidades, la obra de Dios tiene necesidades, y trabajando usted podrá ver esas necesidades cubiertas.
Una de las peores desgracia para una dama es haber encontrado a un compañero flojo y que hay que andarlo empujando para que salga a buscar trabajo.
TRABAJEMOS Y OBEDESCAMOS SU PALABRA.
POR PASTOR MARCELO FUENTEALBA
