Marcos 1:8 “Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo”.
Hechos 1:4-5,8 “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
I. INTRODUCCIÓN
El bautismo en el Espíritu Santo es una de las cosas más maravillosas, emotivas, impresionantes e impactantes que puede vivir un cristiano. Es un momento único e inigualable. El que es bautizado en el Espíritu le queda una huella tan profunda que su vida cambia de la tierra al cielo.
Este acto de parte del Señor Jesucristo (quien es el bautizador), es una investidura de poder sobre el creyente con el fin de que sea un testigo de Cristo y reciba la capacitación celestial para testificar de Él.
Todo el que lo pida con fe puede recibirlo “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lc. 11:13). Dios está dispuesto a darlo ¿tú estás dispuesto a pelear por esta bendición?
II. EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU
Ser bautizado en el Espíritu Santo no es lo mismo que el sello del Espíritu. Tenemos que aprender a definir cada término, por ejemplo:
1. El bautizador es Jesucristo (Mt. 3:11), por ende el Espíritu Santo no se transfiere, es Jesucristo quien hace esta obra.
2. El sello del Espíritu o la arras del Espíritu (Ef. 1:13-14) es el mismo Espíritu Santo entrando en nosotros, para morar en nosotros, el cual nos sella haciéndonos propiedad privada de Dios, esto acontece en el nuevo nacimiento (Jn. 20:22). Las arras en la antigüedad solía ser una prenda de ropa que garantizaba el pago total de algo, es decir, para que la otra persona se sintiera segura de que se le pagaría el total de la deuda se le daba unas “arras” (garantía) de que el trato si se cerraría, que la deuda si se pagaría. Nuestra garantía de que seremos salvos es el Espíritu Santo que nos fue dado.
3. El bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 1:8) es el acto por el cual Dios nos llena de su Espíritu, nos entrega poder para testificar de Él y por medio de este acto nos abre la puerta a una serie de estupendo y maravillosos dones que le siguen (1ª Cor. 12:8-10). Aunque es preciso aclarar que una vez somos bautizados en el Espíritu la llenura de su Espíritu se puede perder, no el bautismo, sino la llenura que trajo dicho bautismo; dicho en palabras más claras, el bautismo en el Espíritu Santo es solo una vez en la vida y este jamás se pierde, pero lo que sí se puede perder es la llenura del Espíritu por falta de comunión con Dios.
4. La señal inequívoca de que hemos sido bautizados en el Espíritu Santo es “el hablar en lenguas”; muchos ignorantes dicen que las lenguas ya no son posibles en nuestros tiempos, pero en la biblia no existe ni un solo versículo que enseñe que las lenguas ya pasaron. Cristo prometió que estas lenguas son solo para los creen en Él (Mr. 16:17), por eso estos falsos maestros nunca las tendrán, porque no creen. El libro de los hechos nos enseña que los que son bautizado en el Espíritu hablan en lenguas (Hch. 2:4; 10:45-46; 19:6).
III. RESULTADOS DE SER BAUTIZADO EN EL ESPÍRITU SANTO
1. Mayor deseo de vivir en santidad para Dios
2. Odiamos el pecado
3. Manifestación de dones especiales
4. Visiones
5. Mayor sensibilidad al toque del Espíritu
6. Amor profundo por Dios y por su Palabra
7. Un cambio notorio en el semblante
Se debe aclarar que este bautismo no lo hace una persona con súper poderes, ni un semi-dios, no lo hace un ser inmune ni mucho menos, sigue siendo un humano común y corriente, solo que con una ayuda muy especial y poderosa de parte de Dios, ahora camina con un regalo del Padre que será por cierto el mejor regalo después de la salvación. Aunque ahora tiene el poder de Dios en su vida, seguirá batallando día a día con su carne, el diablo y el mundo.
IV. CONDICIONES PARA SER BAUTIZADO
Extrañamente hay quienes reciben el bautismo en el Espíritu Santo con una facilidad increíble, algunos llevan años esperándolo y otros recién convertidos ya lo obtienen, y algunos incluso sin pedirlo. ¿Por qué será? No lo sé. Dios obra de maneras misteriosas que a veces no podemos explicar, pero si puedo ayudarles mencionándoles las condiciones que suele exigir Dios para que se dé este bautismo:
1. Tenemos que ser convertidos a Cristo, apartados del pecado (un mundano no puede recibir el bautismo en el Espíritu Santo) (Hch. 2:38-39).
2. Debe anhelar con todo su corazón la plenitud de Dios (Jn. 7:37-38).
3. Debe pedirlo con insistencia y fe (Lc. 11:13; Hch. 11:14) (es quí donde muchos fallan, solo duran tres meses pidiendolo y luego se cansan).
4. Mientras se pide, se debe ser paciente y perseverante creyendo que Dios no fallará (Mr. 11:24; Hch. 1:4-5).
V. CONCLUSIÓN
Debemos con urgencia enseñar a nuestro recién convertidos que deben pedir hasta recibir el bautismo en el Espíritu Santo, no debe ser una opción, sino una obligación tenerlo.
La mayoría casi ni piensan, ni mucho menos enseñan este tema, pero donde no hay bautismo en el Espíritu Santo debe haber un sequedal del mismo desierto de atacama.
Necesitamos el bautismo en Espíritu, pidámoslo con todo el corazón, lloremos en el altar de Dios hasta que nos mire con misericordia y nos dé de su bautismo hasta en los pequeños, ¡Aleluya!
Por Pastor Marcelo Fuentealba
