Lucas 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
I. INTRODUCCIÓN
La iglesia siempre se ha caracterizado por su generosidad, sobre todo a la hora de ayudar a la viuda, al huérfano o cualquier necesitado, esto lo podemos ver en el A.T. y en el N.T. incluso cuando Moisés pidió una ofrenda para hacer el tabernáculo de reunión tuvo que mandar detener la ofrenda porque el pueblo fue demasiado generoso
Éxodo 36:5-7 y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. 6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; 7 pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
Cuando Salomón pidió la ofrenda para construir el templo pasó algo similar después que David ofrendará más de cien mil kilos de oro (en Chile el gramo de oro vale 48.112 pesos chilenos, el kilo de oro está a 48.111.670 millones de pesos chilenos, por ende el rey David dio más de 4,800,000,0000,000 billones de pesos, eso es una cantidad inimaginable) él pregunta:
1ª Crónicas 29:5-9… ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente. 7 Y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce, y cinco mil talentos de hierro. 8 Y todo el que tenía piedras preciosas las dio para el tesoro de la casa de Jehová, en mano de Jehiel gersonita. 9 Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente.
El en N.T. los judíos convertidos a Cristo seguían igual de generosos, pero al no tener joyas, ni grandes masas de fortuna, ya que el imperio romano con sus impuestos habían dejado pobre a los judíos, pero ellos no se conformaron con sus escasez sino que vendieron sus heredades y lo recaudado lo ponían a los pies de los apóstoles para que ellos administraran
Hechos 4:34-35 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
Esa es una cualidad que siempre ha identificado a los que sirven a Dios. Esta es una de las tantas señales que nos distinguen del mundo avaro, codicioso, mezquino, y tacaño.
¡El hijo de Dios es feliz dando! Cristo dijo “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch. 20:35).
II. EL FRENO QUE DETIENE LA OBRA MATERIAL
¿Qué es lo que detiene la construcción de los templos? ¿Qué es lo que impide bendecir a la viuda y al huérfano? ¿Qué es lo que detiene los programas radiales cristianos? ¿Qué es lo que frena la mejora de equipos para el coro de una iglesia? ¿Qué es lo que impide que se mejore cámaras e implementos para sacar en mejor calidad las predicas?
Todo esto se puede responder muy fácil, lo que detiene todo esto y mucho más es la falta de generosidad en la iglesia, ese es el virus que ha frenado tantas congregaciones que sin duda tienen la bendición espiritual, pero no la material y que sin ella no se puede llegar muy lejos, porque si la iglesia no es generosa como se paga el agua, la luz, los insumos básicos, como se compra los útiles de aseo, papel higiénico, como pagamos el arriendo, como compramos las toallitas para los mocos.
Muchas cosas son las que son frenadas y estancadas por la falta de generosidad.
¿Por qué los pastores se cansan de vivir por la fe y vuelven a sus trabajos materiales descuidando la obra del Señor? Por la falta de generosidad.
Debemos combatir fuertemente contra la tacañería.
Lo que impide el crecimiento económico en la iglesia es la avaricia de muchos, por eso el salmistas dijo “Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia” (Sal. 119:36).
1ª Tim. 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
III. EL EJEMPLO DE LOS MACEDONIOS
Estos eran varones pobres, de humilde condición, pero ellos cuando escuchaban que había que hacer una ofrenda rogaban poder participar de esta honra, y al ser pobres siempre daban más allá de sus posibilidades.
(Leer 2ª Cor. 8:1-4).
Una iglesia tacaña nunca llegará muy lejos, nunca lograrán mucho porque en el mundo en el que Dios nos dejó todo se mueve y se paga con dinero.
Prov. 21:26 Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
IV. LA LEY IRREVOCABLE DEL DAR Y SE OS DARÁ
Solo por lógica es imposible pensar en alguien que no sembró papas que esté esperando recoger papas; o un campesino que quiera cosechar lechugas y nunca se dio el tiempo de sembrarlas.
Del mismo modo no puede esperar recibir algo que nunca ha sembrado. ¿Cómo pretende ser prosperado financieramente si nunca ha sembrado finanzas? Dios nunca bendecirá a un tacaño.
Se oye de muchos que se quejan porque si cosechan, pero no buena cosecha, no es lo que ellos esperaban; pues creo que aquí es preciso decir que, nadie puede esperar cosechar choclo pastelero, si sembró choclo de forraje (de mala calidad), literalmente lo que siembras es lo que cosechas.
Lucas 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
2ª Cor. 8:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Gal. 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Siembras un tiempo y la cosecha no es inmediata, pero si sabes esperar y en esa espera permaneces sembrando, sin duda la cosecha llegará.
V. NUESTRO DEBER CON LA OBRA Y NUESTRO PASTORES
Dios nos llamó a bendecir la obra, y este bus (la iglesia) no avanza con agua, hay que ponerle combustible para que avance. ¿Quiere ver la obra crecer? Apoye financieramente. ¿Quiere mejoras en el templo? Apoye la obra económicamente.
Nuestro deber con nuestros pastores es primordial. Ellos son los que nos alimentan espiritualmente, los que nos soportan, los que nos pastorean, los que nos sostienen en oración, los que nos aconsejan, los que nos guían a la vida eterna, los que se desvelan por nosotros… entonces… ¿es gran cosa que les ayudemos permanentemente con los económico?
Pablo dijo “Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?” (1ª Cor. 9:11).
1ª Cor. 9:7 “… ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?”
Además estos son mandamientos bíblicos como diezmar, ofrendar, dar primicias y ayudar de cualquier forma a sus pastores:
Gálatas 6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
POR PASTOR MARCELO FUENTEALBA
