2ª Corintio 11:13-15 13 Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
I. INTRODUCCIÓN
En vista de la avalancha de pseudos apóstoles que se han levantado los últimos años siendo supuestamente llamados por Dios, es que me he dispuesto a hacer este tema apologético con el fin de traer luz bíblica al pueblo de Dios y sobre todo a nuestros hermanos recién convertidos, quienes son los más propensos a desviarse de la sana doctrina por no tener un conocimiento pleno de las sagradas Escrituras, después de todo, el león siempre busca cazar a las ovejas más nuevas y débiles.
II. EL COMIENZO DE ESTOS NUEVOS APÓSTOLES
Este movimiento es conocido como la “nueva reforma apostólica” y nace recién en el año 2001 con el famoso “apóstol” llamado Peter Warner, quien en el año 1995 dos mujeres le dan una profecía sobre su ministerio y tres años más tarde es ordenado como ministro, pero recién en el año 2001 se autoproclama como apóstol y de ahí hacía acá hemos tenido cientos y quizás miles de nuevos apóstoles y profetas que supuestamente Dios los ha llamado a conquistar el mundo, el gobierno, la política, el dinero, etc.
Warner dijo en una ocasión que mientras el liderazgo de la iglesia esté en manos de pastores y obispos nunca ganaremos el mundo para Cristo, seguiremos estando estancados, es necesario que se levanten miles de apóstoles para conquistar el mundo y llegar a la madurez espiritual.
Además muchos de ellos sostienen que para recibir el Espíritu Santo deben ser impuestas las manos de un apóstol, e invitan a los creyentes a abandonar sus antiguas congregaciones para estar bajo la verdadera cobertura de un apóstol.
Cada apóstol cada cierto tiempo ordena al ministerio a nuevos apóstoles y así van llenando ciudades y países con su doctrina errónea cada año.
III. APOSTOLES QUE NO CALIFICAN NI PARA SER PASTORES
Sin duda que para ser apóstol existen requisitos muy elevados, los cuales luego los enumeraré.
Pero solo pensando en el pastorado y/o obispado, los requisitos son más de quince y que la gran mayoría de ellos no pueden cumplir, ya que al llevar una vida tan pública han quedado al descubierto sus multitudes de faltas, solo por nombrar algunos de los requisitos del obispo que aparecen en (1ª Tim. 3:1-7):
1. Irreprensible (ya se cayeron todos los “apóstoles”).
2. Marido de una sola mujer (varios son recasados).
3. No codicioso de ganancias deshonestas (la mayoría de ellos son amadores del dinero).
4. No avaro (casi todos tienen la doctrina de “pactar con Dios por medio de ofrendas”).
5. Que tenga buen testimonio de los de afuera (casi todos ellos tienen un testimonio fatal).
Solo nombramos cinco requisitos para ser obispo, y si no califican para solamente ser obispo, ¿Cómo es que sin disimulos pretenden ser apóstoles?
La mayoría de ellos son personas que se les han sabido tremendos escándalos en sus matrimonios, en sus hijos, recasados, viven como ricos, tienen una lista de falsas profecías que jamás se cumplieron, milagros desmentidos, nuevas unciones que la biblia no respalda, etc.
Con ese testimonio ni para diáconos les alcanza, pero ellos se hacen llamar “apóstoles”.
IV. DEFINICIÓN DE APÓSTOL
La palabra “apóstol” proviene del griego “apóstelo” que significa “enviar o enviado de parte de”. Cristo fue el primer apóstol (Heb. 3:1). Y nuestro Señor Jesucristo escogió a doce apóstoles para enviarlos de parte de Él (apóstelo) (Mt. 10:1-42). Un décimo tercero apóstol fue escogido por Jesucristo para ir a los gentiles, este fue el gran apóstol Pablo (1ª Cor. 9:1-2).
En la primera iglesia, en la iglesia primitiva, los apóstoles fueron considerados como líderes superiores, como transmisores de la verdad de Dios, como fieles exponentes de la verdadera y única sana doctrina, tenían el mismo valor que los profetas del A.T. Ellos fueron los encargados de revelar la doctrina neo-testamentaria.
V. REQUISITOS BÍBLICOS PARA SER UN APÓSTOL
Aunque es imposible que en la actualidad hayan apóstoles verdaderos, ya que el apostolado esta intimidante relacionado con poner el cimiento de la doctrina de la iglesia, y el cimiento solo se pone una vez, pero aun así, indicaremos los requisitos:
1. Llamado por el Señor mismo (Gal. 1:1).
2. Por revelación de Jesucristo (Gal. 1:12).
3. Ser testigos de la vida y resurrección de Cristo (Hch. 1:21-22).
4. Debían ser libres de todo error doctrinal y así exigir que vivieran según sus escritos como si fuera Palabra de Dios (1ª Cor. 14:37; 1ª Ts. 2:13).
5. Debían tener un ministerio respaldado por verdaderos milagros (2ª Cor. 12:12).
6. Debían ser plantadores de iglesia en tierras donde Cristo no había sido anunciado (Rom. 15:20-21).
7. Los mismos apóstoles reconocían los escritos inspirados de los otros verdaderos apóstoles (2ª P. 3:15-16).
8. Pablo ordena que sus cartas sean leídas públicamente en las congragaciones (1ª Ts. 5:27).
Según varios teólogos concuerdan en que los apóstoles a la hora de escribir fueron infalibles, y nosotros no podemos desmentir aquello, pues por algo sus escritos son tomados como Palabra de Dios.
VI. QUE PASA CON EL APÓSTOL PABLO
Pablo sin duda fue el apóstol más trabajador que existió (1ª Cor. 15:10) y a nadie le cabe duda que Dios lo hizo apóstol como está claramente evidenciado en la biblia (Gal.1:1; Ef. 1:1; 2ª Tim. 1:1), pero según algunos no cumple con un requisito que en mi lista anterior es el tercer punto, ser testigos de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesucristo (Hch. 1::21-22).
Aunque pablo no estuvo en el comienzo del ministerio de Jesús y aunque no lo siguió mientras estuvo en su ministerio terrenal, el Señor se encargó de suplir todo eso de una forma muy particular, revelándole todo y absolutamente todo sobre la doctrina verdadera, pues el mismo apóstol Pablo dice que no recibió la doctrina por algún apóstol, sino todo por revelación de Jesucristo (Gal.1:11-12): “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”. En otra ocasión dice: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado…” (1ª Cor. 11:23ª). En pocas palabras se entiende que el apóstol debía haber estado con el Señor para saber a detalle la doctrina de Cristo, pero el Señor actuó de forma sobrenatural con Pablo enseñándole a detalle la doctrina verdadera por medio de revelación.
Además en algún sentido Pablo si fue testigo de la vida y resurrección de Cristo, pues cuando se le presentó el Señor camino a Damasco lo vio vivo (testigo de que vive), y se le presentó en su cuerpo de Gloria (testigo de que es el resucitado).
Como si fuera poco el mismo apóstol pablo reconoce que no era digno de haber sido llamado apóstol, que su caso fue como el de un “abortivo” que no debía haber nacido, y que él era el último de los apóstoles (1ª Cor. 15:7-9) “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios”.
Cuando dice al último de todos ¿se refiere al último de todos los seres humanos? Claro que no, porque bien es sabido que hasta el día de hoy, nuestro Señor le ha parecido bien seguir revelándose a ciertos hermanos que han sido privilegiados con su buena voluntad; entonces, cuando dice “al último de todos” ¿a quién se refiere? Es obvio que al último de los apóstoles. No hay más apóstoles después del apóstol Pablo.
VII. YA NO EXISTEN APÓSTOLES EN LA ACTUALIDAD
No existe ninguna evidencia escritural que después de los días de Pablo existieron apóstoles, pues para todos era evidente que Pablo fue el último de ellos (1ª Cor. 15:8). Jamás en la historia nadie ostentó llamarse “apóstol” durante casi dos mil años, y recién en el año 2001 en adelante comenzó esta fiebre de grandeza por querer llamarse apóstoles.
En el Nuevo Testamento vemos que para reemplazar o continuar un determinado ministerio, siempre se mencionan los requisitos para ocupar el puesto de obispo, pastor, diacono, etc. Pero jamás vemos los requisitos para ocupar el puesto de apóstol. Ni siquiera el apóstol Pablo enumeró o enlistó las exigencias para los nuevos apóstoles ¿Por qué? Porque ya no existen. Si el ministerio apostólico hubiera seguido existiendo, estarían enlistados sus requisitos, pero no están porque no continúa. Ellos fueron los que pusieron el cimiento y el cimiento solo se pone una vez sola (Ef. 2:20).
Los falsos apóstoles de hoy reconocen que los apóstoles de Cristo fueron únicos e irrepetibles, pero ellos eran apóstoles del Cordero, y los de ahora se hacen llamar apóstoles del Espíritu Santo (jajaja), aunque quieran buscarle la quinta pata al gato, tal interpretación es imposible en las sagradas Escrituras, pues ni la misma biblia reconoce tal diferencia.
Ellos nos acusan de ser mutiladores del cuerpo al querer arrancar un ministerio del cuerpo de Cristo y para fundamentar su error solo emplean (Ef. 4:21), pero nosotros no mutilamos el ministerio apostólico, de hecho sigue vigente en el sentido de que sus escritos nos acompañan hasta nuestros días siendo reconocidos como Palabra de Dios, su labor pionera hizo que el evangelio nos pudiera llegar a los gentiles, y su labor de maestros nos permite hasta nuestros días saber cuál es la verdadera sana doctrina, por ende, su ministerio nos acompaña hasta nuestros días.
Estos falsos pretenden decir que como “apóstol” significa “enviado” no tiene nada de malo pensar que alguien con un gran llamado sea apóstol, pero si fuera así todos los cristianos deberían ser llamados apóstoles, porque el llamado a “id por el mundo y predicad el evangelio” es para todos, en ese sentido todos somos enviados, entonces todos seríamos apóstoles, eso es completamente ridículo.
VIII. CONCLUSIÓN
El apóstol ya no está vigente en el sentido de que ellos ya cumplieron su propósito que fue fundar la iglesia por medio de la enseñanza de la verdadera doctrina apostólica, ellos fueron los encargados de formular el canon bíblico, fueron los receptores de la verdad Divina, la voz de Dios en la tierra. Su labor es irreemplazable, irrepetible, e inigualable, con esta verdad no mutilamos un ministerio, pues el ministerio apostólico sigue vivo hasta nuestros días por medio de su legado. (Apoc. 2:2) “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”.
Por Pastor Marcelo Fuentealba
